
A primera hora, su médico personal Alfredo Cahe dijo que le darían el alta este mediodía. Pero horas después se desdijo y habló de nuevos chequeos. Puertas adentro reina la preocupación y el hermetismo; puertas afuera se desconoce el estado de salud del cantante.
El estado de salud de Cacho Castaña parece por estas horas una cuestión de estado. Los trascendidos y las especulaciones abundan y las certezas y los partes médicos juegan a las escondidas. Ni siquiera su médico personal, Alfredo Cahe, se pone de acuerdo en qué versión darle a la prensa. Tal es así que a primera hora de esta mañana anunció que le daría el alta este mediodía y, un rato después, dijo que tenía que seguir evaluándolo.
"A eso de las 12, 12.30 ya podrá volver a su casa. Ayer terminamos el chequeo y lo dejé descansando a la noche, ya está bien", fue la primera versión diaria de Cahe.
Sin embargo, en cuestión de horas, esa convicción se transformó en dudas y aparecieron dos nuevos análisis por revisar: "Todavía tengo que ver dos estudios más, me faltaban dos tomografías. De acuerdo a eso veremos si sale hoy o no. Eso no lo improviso, lo tengo consensuado con el director de la clínica. Por media hora más o media hora menos, prefiero tener absoluta seguridad de todo", sostuvo.
Y agregó: "Queremos tener un margen importante, para después no tener que venir y seguir completando los estudios. Yo prefiero sacar a Cacho completamente estudiado y recuperado".
Las contradicciones de Cahe generan un interrogante: ¿Cacho tenía todo listo para ser dado de alta y sufrió una recaída? En este panorama desconcertante, también hay que tener en cuenta que la versión oficial siempre habló de una internación por un chequeo, pero la extraoficial asegura que llegó al Sanatorio de Los Arcos con una severa descompensación cardíaca.
Lo único realmente cierto es que Cacho ingresó a la clínica el miércoles al mediodía y su verdadero estado de salud está guardado bajo llave.

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