Cacho Castaña fue dado de alta de la Clínica 25 de Mayo de Mar del Plata, donde estuvo internado durante el fin de semana y el martes, y ayer regresó a su casa en Buenos Aires. “Llegó bien y está de buen humor. Quiero evaluarlo y cerciorarme de que no hubo ninguna complicación por el proceso infeccioso que atravesó, pero está bien”, declaró su médico personal, Alfredo Cahe, quien antes había negado versiones sobre un ataque de pánico.
El viernes, el cantante había sido internado con un cuadro febril, a causa de una infección de piel en una nalga, donde le habían inyectado vitaminas. El lunes recibió el alta, pero el martes volvió a la clínica. “Estaba un poco mareado, se asustó un poco y volvió para hacerse unos estudios, pero después pasó la noche en el hotel Hermitage”, contó su agente de prensa, Leticia Gourdin.
Castaña había viajado a Mar del Plata la semana pasada para conocer a la familia de su novia, Marina Rosenthal Cabrales, a quien le lleva 34 años. “Me voy de luna de miel”, había dicho. Estos episodios de salud no afectarán su agenda artística: se tomó junio y julio de vacaciones, según acostumbra, y su primer recital está previsto para el 25 de agosto en Mendoza. A fines de septiembre actuará en el Orfeo de Córdoba, y es muy posible que en diciembre sea el encargado de cantar el himno antes del amistoso entre Juan Martín del Potro y Roger Federer: su representante, Guillermo Marín, es el organizador del encuentro.
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