
Luego ser dado de alta del Sanatorio Los Arcos, el cantante comentó qué fue lo que le pasó y cómo está encarando el tratamiento de recuperación para poder volver rápidamente a las funciones de Cristina en el país de las maravillas.
¿Cómo estás ahora Cacho?
Realmente ahora estoy bárbaro. Estoy recuperándome de algo que fue bastante bravo pero ya está, está todo bien. Ahora estoy medicado así que estoy fenómeno. En unos días más ya voy a estar como para ir a cantar.
¿Qué te dijeron los médicos?
Lo que pasa es que mi problema no es el faso, mi problema es que no retengo líquido, no tengo sólido, no me doy cuenta y morfo lo que no tengo que comer… Y cuando me quiero acordar tengo la presión en 20, un boludo. Entonces se me llenan los pulmones de líquido y eso es un edema pulmonar. Llego a la clínica sin aire y piensan que es el cigarrillo, después se avivan que no es el faso. A la media hora me sacan todo el líquido y los pulmones los tengo resecos así que no es la nicotina ni mucho menos. La historia es como dice el médico: “morirse de comer más es una pelotudez”.
¿Llegaste conciente a la clínica?
Sí, sí sí, totalmente. No fue tan dramática la cosa, nunca vi la luz blanca así que estamos tranquilos.
Claro, porque en un momento se habló de que estabas muy grave…
Y bueno, acá de un grano hacen un choclo viste.
¿Hasta cuándo seguís con el reposo?
Ahora estoy bien, estoy haciendo dieta, comiendo lo que tengo que comer, así que no tengo ningún drama. Lo que pasa es que al tener un pico de presión tan alto y los pulmones llenos de líquido, estoy medio blandito, necesitas una semana para reponerte.
¿Estás tratando de fumar menos?
Yo no fumo mucho. Fumo ciuco o seis fasos por día y si los fumo. Eso es como el alcohol, yo no tomo alcohol y la gente se caga de risa cuando me mira la cara pero mi cara dice otra cosa (se ríe). Yo no tomo ni vino nada, no me gusta ni el vino blanco ni el vino tinto, ni la cerveza, nada, no tomo alcohol.
Cuando estabas internado, ¿pedías cigarrillos continuamente?
Claro, estaba desesperado por un cigarrillo porque yo llegué a la clínica y me entraron a meter agujas por todos lados y ahí sí que me puse nervioso realmente entonces le dije al tipo: “prendé un faso y dame una pitada”. A las enfermeras les decía: “si vos me conseguís una pitada, yo te consigo cuatro entradas para el teatro” (risas) Y así estuve todo ese día, pero fue ese momento y nada más, no es que estoy dándome la cabeza contra la pared por fumar.
¿Cuándo te reincorporas a Cristina en el país de las maravillas?
El jueves estamos de vuelta en el teatro. Está todo ok.
¿Estás contento con el presente futbolístico de San Lorenzo?
¡Es espectacular!
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