¿Es verdad que te negaste a hacer una escena con Graciela Pal, porque te
hacía aparecer como un mujeriego?
No. No la quise hacer porque la letra y la
situación eran muy insolentes. Ella hace el papel de una abuelita enferma. Y yo
tenía que seducirla, para quedarme a dormir en la casa. Yo no hago esas cosas.
Conmigo, podés contar para hacer cualquier porquería. Pero no una hijaputez.
¿Ni siquiera tratándose de una ficción, como en este caso?
No. Ni
siquiera. Es una cuestión de códigos y de cómo soy yo. Si querés, te la beso, te
la amasijo y te la parto en cuatro. Pero no podía hacer lo que me pedían, que
era que fuera a seducir a una abuela enferma, que se estaba por morir. No me
dio. No tenía que ver con que me hacía aparecer como un mujeriego. Era otra
cosa. Y no me negué a hacer la escena, pero pedí que me cambiaran la letra. Nada
más.
¿La cambiaron?
Sí, al final cambiaron la letra. Pero parece que
Graciela se enojó. Qué sé yo... Igual, no es mi palo, la telenovela. Así que no
me rompan las pelotas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario