Bailó, cantó solo y a dúo sus clásicos y hasta bromeó con sus chicas, quienes se agolparon en la platea. El espectáculo se dividió en dos: los tangos más pedidos y las canciones más populares.
Tanto en sus letras como en sus expresiones Cacho Castaña se muestra como es y se ríe de sí mismo. Utiliza un lenguaje directo y propone un juego de seducción constante a sus visitantes femeninas.
Es esa espontaneidad la que, luego de 40 años de trayectoria, la gente, por no decir las mujeres, le continúa reconociendo con el pago de una entrada. El teatro Don Bosco lució colmado en las tres funciones (sábado, domingo y lunes pasados).
Ellas le gritan, lo quieren besar y le dicen cuantas cosas son posibles dentro del anonimato que genera la multitud. Pero algunas van más allá: se paran, caminan hasta el pie del escenario y le piden un beso.
"Después bajo y les doy un beso a todas", respondió Cacho, consciente de que sus palabras son como leñas secas arrojadas al fuego.
Pero el espectáculo no se trató sólo de eso. También hubo música y una interesante orquesta a cargo de Juan Manuel Echandi (teclado, arreglos y dirección), Jorge Raggio (guitarra), Adrián Seara (bajo), Julio Lastra (batería) y Federico Biraben (bandoneón).
Todo comenzó con los tangos más reconocidos como Soy Cacho de Buenos Aires, Voy camino a los 50, Café la humedad y Garganta con arena.
Con el mismo sabor a 2x4 continuó el espectáculo pero esta vez con voz de mujer. Subió al escenario Mónica Romano, cantó dos temas sola y dos a dúo, para terminar con Por amor a vos , canción con la que Cacho está ternado para los próximos Martín Fierro.
Antes del ingreso de "La Tota" Santillán (el punto más bajo de la velada) Cacho entonó Y apareciste tú y La gata Varela. Luego, el animador del programa de música tropical Pasión de sábado hizo su trabajo dejando en claro que su garganta no está preparada para este rubro.
Quien sí se destacó fue su compañera, dueña de una entonación impecable, bien en los graves pero mucho mejor en los agudos.
Para el final quedaron los temas más populares como Quieren matar al ladrón, Señora si usted supiera, Ojalá que no puedas y Septiembre del 88.
Todos parados, aplaudiendo y moviendo los brazos de un lado hacia el otro fue la propuesta final, muy bien recibida por la gente.
FRASES MATADORAS
-- "Espero que pasen por Las Castañitas (negocio de su señora, la bahiense Andrea Sblano) y dejen un mango así no laburo más", bromeó luego de cantar Soy Cacho de Buenos Aires. El Matador les dio la bienvenida a todos.
-- "Esta canción la escribí junto a Rubén Juárez. Nos juntamos a la noche a tomar un vino. A la una abrimos otro. A las seis una botella de vodka... y al final no escribimos nada. Al otro día nos salió esta canción. Qué, me van a decir que los poetas de tango escribían sus versos comiendo un yogur...", dijo Cacho antes de entonar Qué tango hay que cantar.
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