
El Matador no quiere bajar un cambio y su pensamiento sobre las "soluciones" para la inseguridad sigue como siempre. “Yo no mato ni a una mosca, pero si asesinan a un hijo, liquido al mosquerío entero”.
Cacho Castaña había declarado hace veinte días que “hay que construir una pared en Plaza de mayo y que los chorros empiecen a desfilar y los van liquidando”. Hoy, en el piso de La Cornisa, de Luis Majul, no bajó ni un cambio y disparó con tuti.
“La pena de muerte está instalada. El país está liberado. Los políticos no son creíbles en este momento. Yo digo lo que la gente piensa. No pido que maten a un chico que roba a un chicle, pero sí pido pena de muerte a una persona que mata a una nena de 9 años y la parte en 40 pedazos”, arrancó.
Exaltado, Cacho siguió con su “casi” monólogo sobre la inseguridad: “saquen el ejército y los gendarmes a la calle. Esto es como tirar al nido. Al asesino lo tapan para que no lo conozcan. Hay que mostrarlo al tipo, se le tiene que ver la cara. No, ¡acá se lo cuida! Hay que cambiar las leyes, parece que andamos con un Fiat 600”.
Al toque, Cacho continuó: “acá no hay derecho a la vida. Parece que los asesinos tienen los derechos. Yo no mato ni a una mosca, pero si me matan a un hijo mato a la mosca y al mosquerío. Pero no soy asesino, me tomo revancha, el asesino es el que mata primero".

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