El festejo de cumpleaños de Castaña fue lo más intimo posible, sin contacto con ningún medio y evitando que el cantante se altere. Lo acompañaron su esposa, algunos amigos y la supervisión del doctor Cahe, que se mantuvo lo más cerca posible para controlarlo y evitar algún descuido.
El menú que del festejo fue evaluado por el médico, que dispuso que haya un plato de tallarines, nada de harinas y, por supuesto, alejarlo del alcohol. Así que, desafiando a los que dicen que es de mala suerte, Cacho tuvo que brindar con agua mineral.
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