El popular cantante Cacho Castaña es otro ejemplo de emprendedor famoso. Junto con su esposa, Andrea Sblano, y su cuñada, formó la empresa Las Castañitas.
Se trata de un sello de ropa para chicos menores de 12 años, creado en 2008, que ya se encuentra en algo más de 30 locales. De ellos, una decena son franquicias de la insignia, los dueños se reservaron un punto de venta propio y el resto son espacios multimarca, ubicados en varias provincias.
"Nos diferenciamos por tener prendas originales, con un diseño moderno, colores intensos y llamativos, y adecuadas para poder jugar", apunta la inconfundible voz porteña.
"Además, ofrecemos una colección completa, que va desde medias hasta ropa de abrigo. Todo bajo la premisa de ofrecer una alta calidad, a precios accesibles, porque desde mi carrera artística apunto a un público heterogéneo y amplio", argumenta Castaña.
La variedad, por lo pronto, es fácil de advertir en la serie de 75.000 unidades fabricadas por temporada. Cada colección está integrada por 45 modelos para niñas y 35 para varones.
La idea surgió a través de su mujer, cuando se puso a buscar indumentaria infantil divertida para regalarle a su sobrina. "No encontraba nada suficientemente lindo. Y a esto se sumó que me gustan mucho los chicos y que trabajé en una empresa de ropa. Así detectamos la oportunidad de negocio", evoca Andrea Sblano.
"Lo consulté con Cacho y con mi hermana y, así, decidimos arrancar con el negocio. Empezamos aprendiendo y cometiendo muchos errores", reconoce Sblano.
"Primero buscamos proveedores, una diseñadora y talleres que nos brindaran buenas condiciones de entrega y una impecable terminación. Después sumamos un experto en industria textil para que nos asesore. Así que crecimos de golpe, por medio de la venta mayorista, y la apertura de franquicias, a partir de octubre de 2009", relata.
La firma cuenta, actualmente, con unos 12 empleados directos.
Cacho Castaña aportó su nombre e imagen para la campaña gráfica, el capital inicial para poder salir al mercado y, habitualmente, aporta su opinión sobre las decisiones a tomar.
"Estoy muy expuesto a la luz pública, por eso manejamos el emprendimiento muy seriamente y decidimos abrir sólo seis negocios este año, pese a los más de 80 pedidos de franquicias que recibimos. Vamos despacio, somos una empresa romántica, cálida y familiar", se sincera el cantante.
Los integrantes del emprendimiento no tienen reparos en admitir que gran parte del éxito de Las Castañitas se debe a la fama de Cacho Castaña.
"Los chicos lo conocen y lo quieren, es popular, creíble y su fama trasciende a todas las generaciones", enumera su mujer, a la hora de señalar las ventajas de contar con ese capital de popularidad.
Pero ella misma advierte que la fama no resuelve todos los problemas, ni mucho menos. "Más allá de lo que significa su figura, al principio no teníamos la expectativa que íbamos a generar tanto interés. Nos pasó al revés de lo que suele ocurrirle a la mayoría de las Pymes cuando empiezan: nos vimos desbordados por la demanda. Tuvimos que decirle a Cacho que no hablara más en los medios de comunicación sobre nuestro proyecto, porque no dábamos abasto", reconoce la empresaria.
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