domingo, 25 de julio de 2010
CACHO CASTAÑA: A LA HORA DE LA VERDAD SON POQUITOS LOS AMIGOS
Del “estado bronquial agudo” que lo tuvo internado en la clínica Los Arcos, el mes pasado, ya no queda nada. Fue el día de su cumpleaños 68, cuando el “varón porteño” tuvo que festejar en los pasillos del sanatorio.
“No, no pasó nada -sentencia con tono de poca importancia-. Me estoy cuidando mucho, estoy bastante ordenado. Lo que pasó es que estaba muy desprolijo: comía a cualquier hora, cualquier cosa... el ritmo de las giras, ¿viste?... Ahora paré dos meses y empiezo de nuevo esta semana”. Y sí, el tipo es así; pero, dejar el pucho, difícil.
Es que Cacho es como esa imagen prototípica que alientan muchos sobre Buenos Aires; ¡si hasta nació en el barrio de Flores!, aquel al que Alejandro Dolina ha sindicado como la cuna de la mística porteña.
La biografía de este “galán”, bautizado como Humberto Vicente Castagna, tiene tantas leyendas como el mismísimo Flores: que las minas más codiciadas le caen a sus pies, que es amigo de aquellos que uno quisiera (o no) tener en su lista, que “tiene noche”...
Hay avales ciertos y, otros, que son puro “grupo”; para la gilada. De lo que sí se puede dar fe es que se parece bastante a los “Hombres Sensibles de Flores”, que describe el “Negro” Dolina, en esto del honor y los códigos entre amigos del barrio; en esto de sentarse en el bar a chamuyar sobre camisetas y ascensos del club de los sueños (para él San Lorenzo), en esto de trabajarse a la “jermu” a puro piropo. Sí, sí: Cacho es “un cacho de ‘ese’ Buenos Aires”.
Ahora se lo conoce por sus más de 2.500 canciones, por sus “hitazos” de tango (como “Café la humedad”, “Garganta con arena” -dedicado a Goyeneche-, “Tita de Buenos Aires” -homenaje a la Merello-, o “La gata Varela” -en honor a Adriana-), y sus amores no totalmente confesos; que desgrana con la voz templada por el cigarro, con estampa de galán “de rioba” que sólo a él le pertenece.
“Yo me recibí de profesor en la fábrica de zapatos en la que laburaba de pibe -apunta-. Mi oficio es: dibujante modelista de calzado de damas”. ¡Tomá!... ¿y eso?
Un cacho hacia el interior
Entonces, vamos por más: a ver qué guarda el hombre entre los pliegues de su saco y el infaltable echarpe de alpaca.
-¿En todas las letras que escribís, hay algo biográfico?
- Y sí... Todos los autores escriben sobre las cosas que nos pasan, y las que vemos alrededor.
-¿Y cómo das cuenta en tus letras de ese “alrededor”?
-Y... trato de no cambiar mi postura, porque si tengo que documentar la época es una lágrima. Asique busco aquellos temas que no te lastiman tanto.
-¿Ves a esta época como para la lágrima?, ¿por qué?
- Por muchos motivos. Por lo que pasa en el país: chicos desnutridos, la miseria en el norte (en Chaco, en Jujuy), la inseguridad, la falta de trabajo.
-El otro día Germán Daffunchio (líder de Las Pelotas) me decía que Buenos Aires está podrida. ¿Vos también lo creés?
- Sí: Buenos Aires está podrida: hay como una invasión de ratas.
-¿Y aún viéndola así te quedás?
- Me quedo de cualquier manera. Viviría en Buenos Aires siempre: sea, como sea.
-Hablás de una invasión de ratas... ¿qué es lo que se ha perdido?
- Los códigos, el respeto por la palabra. Ahora ni siquiera los contratos, sirven. Está todo muy desordenado.
-Aparte de Adriana Varela y Tita Merello, ¿qué otra mujer merece, para vos, un tango?
- Mi mujer...
Le decimos: “eso no vale, es una salida elegante”...
- (se ríe) Estuve bien... ¡Qué sé yo!: la mujer argentina se merece una biblioteca se entera, no un tango.
-¿Vos creés que las mujeres argentinas son las más lindas, como se dice por ahí?
- ¡Totalmente! No podés salir de la Argentina: es el festival del bagre, afuera.
-Estuviste internado, dicen que asustado por eso...
-(Corta en seco) Estoy bien. Empiezo esta semana las giras que ahora van a ser más “tranquis”, no de 15 o 20 días como antes, sino de fines de semana y volver.
- ¿Es verdad que a tu tristeza se sumó la muerte de Rubén Juárez? ¿eran muy amigos?
- (Cambia el tono de su voz, si habla más bajo, más lento) Sí... sí: componíamos juntos con Rubén... Me pegó mal... Quisiera hablar de otra cosa.
Por supuesto, ahí vamos entonces.
-¿Con qué concepto o frase te interesa que te recuerden como artista?
- (se ríe) Eso es lo mismo que “qué te gustaría que pongan en tu lápida”... ¡Y qué sé yo!: poné cualquier cosa... total, no la voy a leer.
-¿Qué te moviliza hoy en tu vida?
- Trato de pensar positivo, de tirar para adelante, de no darme manija. Está buena esta charla, parece un psicoanálisis no una entrevista...
“Si querés variamos el tono”, le ofrecemos...
-No, no: dale que está buena.
- ¿Y qué hacés para “no darte manija”?
- Y... hay muchas cenas, en casa. (se ríe) Es el retiro de los artistas.
-¿Sos amiguero?
- Y sí... va mucha gente a casa. Pero los amigos son poquitos. En la vida es así: a la hora de la verdad son poquitos los que están.
-¿Qué es lo que todavía no has hecho como artista?
- No pude dirigir una película...
-¿De verdad te hubiera gustado dirigir una película?
- Sí... (piensa un poco más) El libro que empecé a escribir, no lo voy a terminar porque ya me pudrió.
-¿Por qué?
- Es muy aburrido escribir un libro.
-¿Y por qué empezaste a escribirlo?
- Porque estaba de onda: el Bambino (Veira), Coppola (Guillermo) lo estaban haciendo y me dije: “bueno... yo también voy a hacer uno”; pero lo abandoné, no lo terminé. Y estoy decidido a no hacerlo.
-¿Era una biografía?
- Sí. Con historias, anécdotas...
-¿Qué temas, a pesar de que has escrito letras sobre ellos, no te terminan de cerrar y vuelven?
- Hay muchos: siempre hay un lienzo blanco, y no sabés cuál es, cuándo va a llenarse, con qué, si va a llegar como música o letra. Pero uno siente que algo siempre tiene que llegar.
-¿Componés todos los días, te sentás a trabajar en eso todos los días?
- ¡No! A veces pasan meses y no escribo ni el arroz con leche (se ríe). Y, después, en una noche, me mando 4 o 5 tangos. Es así, es medio mágico.
- ¿Sos, entonces, de los que creen en la inspiración y no en el trabajo?
- ¡Totalmente! Yo, de trabajo... ¡alejate de mí! A mí, de trabajo, ¡nada! Yo canto y nada más.
- Pero eso es un trabajo...
- Es duro, a veces, pero no. Laburo es cuando iba a la fábrica de zapatos. Me levantaba a las 4 de la mañana y empezaba a las 6; cuando era pibe. Eso es trabajo... Después agarré la guitarra y me di cuenta de que era menos laburo y que, encima, me ganaba las minas (se ríe).
Amor y amante
“Yo seré el amor” es el nombre del espectáculo que traerá al Bustelo, el 13 de agosto.
-¿Qué vas a cantar bajo ese nombre?
- (se ríe) Siempre le pongo a mis shows el nombre de algún disco mío. Va a ser un recordartorio de varios años... de muchos de música.
-¿Y qué viene después?
- Ayer terminé de grabar el nuevo disco.
-¿Cómo se llama?
- “Más atorrante que nunca”.
-¿Te sentís más atorrante que nunca?
- Sí la verdad, que sí. Porque estoy cansado de que me digan en la discográfica lo que tengo que hacer. Ahora estoy encaprichado; y hago las cosas que se me dan la gana... (se ríe) ¡peor que nunca!
-¿Y cómo es el disco?
- Es raro: con canciones de otros autores; como “No soy de aquí ni de allá”, un tema de Rodrigo que hice en tiempo de balada... Es entretenido.
-¿No pusiste muchos temas tuyos?
- Tenía temas nuevos, pero me dije: “grabar 14 temas nuevos es inútil porque la compañía difunde dos o tres y el resto mueren en el disco”. Asique busqué temas conocidos, de otros autores y puse unos pocos míos.
-¿Cuáles?
- “Con quién estás”, “Un amor de novela” y “Más atorrante que nunca”.
- ¿Y ya estás empezando a girarlo?
- Viene la presentación en el Gran Rex, para noviembre, y ahí vamos a empezar. Mientras tanto está Rosario, Santa Fe, Salta, Jujuy, Mendoza... un montón de laburo.
Yo tengo el dvd de la gira "y yo sere el amor" lo amo ♥
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